Con una nota titulada “Vincent Triviño, pianista: “Me gustaría estar rodeado de más gente que haga lo mismo que yo”, nuestro estudiante de 10 años habló con el medio chileno sobre su inicio en la música, sus pasiones y sus expectativas del futuro.
El pasado viernes, el medio El Mostrador, publicó una entrevista donde conversan con Vincent Triviño, quien a su corta edad no ha ganado uno, sino 3 concursos de piano, incluyendo el “Claudio Arrau”. Otros aspectos para destacar son su cercanía con Roberto Bravo quien incluso, cuenta el trabajo periodístico, lo ha llevado a tocar consigo en sus conciertos.
Siendo más pequeño, el joven prodigio solía imitar el sonido de la tetera o cantaba la letra de canciones con el tono correcto. Previamente y con solo meses de vida, sus padres le regalaron un teclado de juguete debido a su evidente afición por golpear cosas, ya con 3 años entró al Conservatorio de Música Sergei Prokofiev.
Sus padres, quienes temían que al estudiar en un colegio tradicional sufriera malas influencias o no se desarrollara como ellos querían, lo comenzaron a educar de forma remota a través de Colegio Online, con exámenes libres y desde su hogar.
Sin teclado propio, Vincent fue beneficiario de una campaña de donaciones, pero no fue sino hasta la intervención del pianista Roberto Bravo que consiguieron financiamiento en EE.UU.
Entre las preguntas que le realizaron, Vincent comentó quiénes fueron sus primeros maestros e incluso cómo fue la primera vez que posó sus dedos sobre las teclas de un teclado. Y así fue cómo partiendo de composiciones simples como “Los pollitos dicen”, continuó hasta Beethoven.
Dentro de las anécdotas contadas en la entrevista, está el primer concurso de Vincent, en el cual el se presentó sin saber que estaba concursando. Pese a ello, se coronó como campeón y se prometió seguir ganando. Ese espíritu lo ha llevado a ganar 3 concursos seguidos.
Finalmente comentó brevemente en qué consistía la vida de un pianista tan joven como él a lo que mencionó su deseo que de que su talento fuera más conocido, aunque también disfruta del anonimato.
